lunes, 6 de abril de 2009

De Mangos y otras frutas

“¿Quién es ese muchacho que da el coñazo a Mó mientras Mó permanece hierática como una Vestal de cabellos hiperespesos, piernas de alabastro y carita de ‘ay qué ajco me da to’...’ porque su expresión oral es inexistente?”. Toda la noche con la misma cantinela. Venía a amiga. “Uy, pero si está Mó ligando” y acto seguido, lo que te he dicho. Venía otra. “Anda, pero si está Mó en la barra con su cabecita convertida en un canto a la extensión”. E, ipso facto, la pregunta de rigor. O sea, cúal era la gracia del muchacho. ¿Tú te crees? Cómo si servidora fuera la tercera hermana Cruz y mi padre llevara levitas blancas, con zapato blanco y camisa con cuellos de pico... Pero, como si me importara algo, conseguí enterarme del bautismo. “Jonathan. Se llama Jonathan, que es un nombre muy común en Leganés Centro y en dos días, pasará a la historia como Miguel Ángel Muñoz e, incluso, como la madre del interfecto con su cabello oxigenado y sus robos de colonias de Hotel o el novio de Leticia Sabater, desaparecido”. Y gracias a ese golpe de mano rollo ‘Soy el novio de Belén Esteban y abandono el hogar porque no te aguanto’, pude disfrutar de la fiesta de la semana: Mango. Y ahí la que preguntó fui yo. “¿Un Armani lo de Naty, no?” Hija, parecía indudable. Negro, líneas masculinas, elegancia a la italiana, con ese toque funcional sin menoscabo de la femineidad. Ah, y por supuesto, un joyón excesivo. Y no. Mango. Una maxiprenda en concepto que no en tamaño, porque la legendaria maniquí que no habla, si no que burbujea, mantiene intacto el talle, que englobaba chaqueta, camiseta y gargantilla todo en uno. Porque Mango innnova, tanto, que ahora confecciona para hombre. Y qué hombres... Que niños los de Natividad, qué mentoncito esculpido con escuadra, cartabón y cincel. Ay. Y qué cejas las de Fonsi, como una alfombrita de crevillente, por las que ahora pasa la aspiradora, por cierto, Carmen Jordá, pilota profesional que me mola el concepto “pilota”. Y qué golpes de secador los de Fernando Tejero que, si se ahuecara los abuelos, sería como el Puma pero con carita de comadreja. Venía el chiquillo de la puesta de largo del Festival de Málaga y, el pobre, ya se puede poner un traje azul petróleo ideal que a mí siempre me parece que va a sacarse un manojo de llaves en cadena del bolsillo. Pero estaba mono para celebrar el cine español... Yo, bastante tengo con celebrar que Soraya y su cuello tieso como un ajo, pero un ajo tiesísimo y de Pedroñeras ganen Eurovisión. Midió sus fuerzas con la representante turca en la Boite y, pa’mi, que ganó el lance. La otra llevaba una cola de caballo infecta y de tres pelos y no la ví segura de sí misma. O eso o que Massiel, la maestra de ceremonias, le echó el aliento y quedó nockeada. El caso es que cantó fatal. Y Betty Misiego, a la que tenían encerrada en un corralito por vip y por precaución no fuera que su moño perdiera tensión y muriéramos todas por el disparo de sus cerdas, no movió ni un músculo facial. No lo hace nunca, también es verdad. Así estuvo moi aussi en la inauguración de la tienda de Prada en Serrano y repetí modelo facial con Nicolas Vaudelet mientras se subía en el nuevo idem de Lancia. Inerte ante tanta maravilla hecha bolso y zapato ya sea de Miuccia o de El caballo. Y suma y sigue cuando Carmen Lomana epató con un Prada vintage. Carmen sí que sabe.

lunes, 23 de marzo de 2009

Con el cuerpo hecho...

Amy???!!! Oyes???!! Amy!!! Está privada. No puede ni hablar. Qué fuerte... Está mala de acostarse. Si es que el cuerpo es muy sabio. Toda la vida acostumbrada a ir chupando los tubos de escape de los autobuses biplanta, oliendo pegamento Imedio y alimentándose de quitaesmalte y ahora, su cuerpo, reacciona. Al oxígeno. Se ha mudado a una casita en la campiña, en Hertfordshire, que en su casa de Camden creo que tenia unos ruido que pa’ qué y, ahora, en Herforshire, el aire puro la está matando. Eso, y que hasta para comprar los muffins tiene que coger el coche. Es lo que tiene vivir en las afueras... El cuerpo es lo que le des. Por ejemplo, ¿Qué haríamos nosotras si un día Hola! dejara de hacer reportajes en África? Que si Elsa Pataky se corta las puntas y vamos a celebrarlo a Nairobi que ponen un ñame frito que da gloria. Que si Carmen Martínez Bordiú utiliza un nuevo champú para cabello extragraso; vamos a África otra vez, ahora a Zimbawe, que la yuca allí está de vicio... Tol’santo día en África... Pues a mí me daría un dengue por seguir con la metáfora. ¿Por qué? Porque tengo el cuerpo y la mente hechos a estos marcos incomparables. Al color kaki, al colorete color fresquilla y a la botita de exploradora. Vería un Hola! con esa carencia y, de la impresión, hiperventilaría como Madonna cada vez que le ve el bigote, el entrecejo, los colores flúor y las medias de rejilla a Lourdes María. Esa niña nos va a llevar por el camino de la amargura. Ya se lo he dicho yo. “Madonna, reina, cómprale a la niña un botecito de Andina”. Está rebelde la chiquilla. Rebelde. Caprichosa. Y Madonna, con Jesús de la Luz entre las sábanas, debería estar católica, no, lo siguiente. Pues, no se haya. Siempre con la patita en alto, por orden de Marc Jacobs para Vuitton, no le llega la sangre al cerebro. Como a Carmen Martínez Bordiú, volviendo la continente negro, con ojitos de buscar y no encontrar. Mirando a la lontananza absorta, abotargada incluso. Esas miradas me dicen tanto de sus dramas interiores... Tanto... El objetivo de una cámara te puede desnudar el alma... Por ejemplo, la de Jaime de Marichar del bracero de Peter Marino y su leggin metalizado de tiro bajo con cremallera oculta nos revela cosas insondables sobre la complejidad del ser humano. Somos un poquito de aquí, de allá, de acullá, como una salsa exótica. Riquísimas por cierto las que Santiago Segura ha creado para su restaurante. Serranito y 69 para Minabo. Todo muy expresivo. Y hablando de expresividad: 1) Total y flipante el concierto de La Tempestad con cantatas de Bach. 2) Podría aprovechar para hacer una perdida a Mónica Naranjo que tiene DVD y estará emocionadísima pero, es que es tan intensa, tan expresiva... Buena chica, la que más, y con tipazo envuelto en látex, pero ojo y oreja lo que se expresa... Nada que ver con Mó Cruz en el estreno de Los Abrazos Rotos y, lo cierto es que no sé de qué nos sorprendemos porque su verdad es esa: no tiene nada qué contar. Amaya Salamanca sí. El por qué de esa pinta. De esa pinta de traca en el estreno del año. Y de ese pelo. Y de ese bolso. Y de ese botín pocahontas. Se le iría la conciencia de espíritu, como a Ana García Obregón confesando que, con dos filmes más como Bolero, a ella como a Pe le habrían dado un Oscar. Otra que toma litio para los nervios...

Abrazos rotos y a retazos

Sentimientos, referencias, familia, silencio, recuerdos, pasiones...; la tierra abrasada de Lanzarote como símbolo de amores calcinados; la inmensidad del océano Atlántico; el vacío de los abrazos rotos; de los que nunca se dieron y de aquellos que se rechazaron; Penélope, con su melena a lo Sophia y su vestido negro de paillettes a lo Loren (Scott); el dobladillo y el zapato; y la caida en ciernes de esta mujer convertida en Imperio; Pedro y la oscuridad de las gafas ahumadas; el director ciego; la luz del cinematógrafo; referencias, sentimientos, familia, silencio, recuerdos, pasiones...; los rumores de la ruptura de Pe y Ja (vier Bardem); ¿ya no serán como Brangelina?; perlas cultivadas Brangelina Japonicus; Alaska, con anillos de oro; Salamanca (Amaya), con pulseras de H&M; Martirio; “¿Dónde están mis minilips?”; “Ahí los tiene, encima de la encimera, que le van a morder”; Terremoto de Alcorcón, en torbellino de flecos azules pavo talmente Anna Piaggi; Rossy de Palma, en torbellino de azabaches, talmente Jeal Paul Gaultier; Eduardo Cruz, padre de la criatura y del nylon; Mó Cruz, hermana de la criatura y con pelo de nylon; familia, silencio, referencias, sentimientos, recuerdos, pasiones...; Bimba Bosé, de tubo blanco; Blanca Romero, de campana gris; Massiel, de pera, a secas; Y dorada, dorada siempre; “Ni que fuera gitana...”; Los Carmona; Pastora Vega e Imanol; la chupa de cuero de Christina Rosenvinge y el minimal danés; las chorreras de Pilar Bardem y el barroquismo castizo; Elena Benarroch y sus kilos; Darek, sin ellos; El Duque enseñando pecho; Tamar Novas, tapándoselo; Eduardo Casanovas y su abuela, rizados, ambos; Rubén Ochandiano, liso, él; Dior y Chanel estilizando la ya estilizada Eugenia Silva cual insecto palo; Elena Furiase, metiendo tripa y delicia de un insecto palo; Mó Qué Cruz, again; Muda; silencio, familia, referencias, sentimientos, recuerdos, pasiones...; Mariola Fuentes, enseñando el culo tras su chaqué invertido de David Delfín; Kira Miró, aprentándoselo tras un godet rojo de Cavalli; Eduardo Noriega, negro y blanco; Fele Martínez, verde y fúcsia; Ángela Molina, rompe y rasga y sin nutritiva; María Valverde, nutrida; Eloy Azorín, con ojitos de buscar y no encontrar; perdido, sin rumbo, sin orientación, como vaca sin cencerro; Assier Etxandía, con ojitos de rimmel; como un cencerro; Bebe, recién levantada; Ángeles González Sinde, somnolienta; Bibiana Fernández “con un corazón más grande que las tetas” y Absdrúbal, con más jeta que cabeza; mentiras, recuerdos, pasiones, silencio, familia, referencias, sentimientos...; Manuela Velasco ne me quitte pas; Kiti Mánver, flamenca pop; José Luis Gómez, Pascual y Duarte; Chus Lampreave, testiga de Jehová; Cine Proyecciones; Lola Dueñas; Blanca Portillo; Carmen Machi; Lluis Homar...; pasiones, mentiras, recuerdos, silencio, familia, referencias, sentimientos...; “Te idolatro, pues claro que te idolatro”; “¿Hay alguna posiblidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro?”. Esta crónica no tiene salvación. Se ofrece como un cajón repleto de fotografías rotas, las de dos horas de estreno y las de toda una vida adorando a Almodóvar. “Firmado: Una baronesa”.

jueves, 12 de marzo de 2009

Treinta años saliendo El Sol

Perdida, desvalida, inane... Si es que a mí, me sacas de una recepción en el Ritz o en la Embajada de Italia o Francia, de mi Moet Chandon, de mi Ruinart y de mi beluguita en blinis y nata agria y no soy nada... No lo soy. Tengo que desengañarme. Soy hija del baile de salón, no del rock y eso, a la larga, se nota. Se me nota. Mi lenguaje no verbal y mi expresión corporal me delatan. Como ajena, como foránea, como traslocada... Menos mal que siempre he sido muy arribista y manejo las relaciones sociales que se caga la perra, así que me cogí del bracero de mi íntima Silvie Grijalba y me abrió puertas, conocimientos y universos... Porque Silvie, es mucha Silvie. Lo más. Es que resulta que anoche la Sala El Sol celebraba su treinta cumpleaños. Sí. Yo. En la Sala el Sol, de amarillo canario y sin una chupa de cuero. ¿Qué pasa? ¿A que os meto a alguna, con la mano vuelta? Y Juan Perro, véase Santiago Auserón, daba un concierto con sus últimos temas a sus amigos. Yo, amiga de Juan Perro. ¡Hala! quedaros muertas porque, ojo lo mono que es Santiago... Ya puede ser como Luke Perry en Sensación de Vivir 90210, o sea, maduro para su papel que, con esa carita de teenager y esa gorrita gris pizarra, te suscita un instinto maternal que te pone el pecho firme. ¿Las canciones? Pues darlings, no sé, no soy crítica musical. Para eso estaba Jesús Ordovás. Preguntádle a él. Yo estuve con mi Silvie y mi Javier Colis, su chico, ya sabéis, que acaba de sacar un disco fabuloso titulado “Otra nube”. En él, hace una versión de un tema de Leonard Cohen porque precisamente, gracias a Leonard, Santiago y él se conocieron Perla Batalla mediante, a sazón, corista del canadidense, y con la que ahora Colis ha grabado la susodicha canción. Si te digo yo que, al final, tengo capacidad de adaptación... Pero, en éstas que la Grijalba me comenta, ante una fresa con caramelo, que es alérgica al ácido de las frutas y volvimos a nosotras. Siempre a nosotras. Que comía polos de limón y se ponía malísima ante su ignorancia alérgica. Que ya podría haber sido alérgica a los gatos que, como no entran en nuestra dieta, habríamos estados en albis all the time pero, no. A la fresa, al limón y la naranja. Un horror para su mundo vitamínico... Y hablando de vitaminas, que no hay forma de nutrirse el cabello con la crisis acechándonos. Que si Lorena Morlote ya solo nos corta el flequillo una vez cada dos meses porque el tinte ya nos lo damos en casa; que si las planchas no están dejando calvas como Kojack; que si somos unas journal working girls con mucho mundo exterior e interior y por eso somos unas incomprendidas; que si hoy ceno con Carmen Lomana, diosa entre las diosas, de la que ella también es devota.. O sea, nuestras cosas que, a lo mejor, no os interesan, claro. Lástima que se me olvidara contarle y ahora aprovecho para relataros: ni se os ocurra hacer un calling a Luis Medina. Ha perdido sus dos móviles, uno en Gabbana y otro, en un coche con unas amigas porque se habia tomado unos chatos de vino y tenía la cabeza en otra cosa. Me encanta. Es Natividad total... ¿Oyes? Pues va a resultar que los conciertos pop-rocks van a ser un foco de información de primer orden además de una juerga...

Deconstructing Ana Conda

Cari, me he facebookeado. Sí. Mi famosa frase “Me exfolio, luego existo” ha sufrido la traslocación propia de los nuevos avatares tecnológicos. Como el “me afeito, luego existo” de Isabel Pantoja que ahora es “me microgolpeo con láser el bulbo piloso y me gasto una pasta sin dar cuenta a la Fiscalía Anticorrupción, luego Julián Muñoz tampoco existe”. Ay, lo que me gusta a mí el voyeurismo... Por si no tuviera yo ya poco con las fotos robadas (ejem) a Cayetano y a Eva González, venga a magrearse en los muros del Vaticano, ahora, voy y descubro este nuevo universo cibernauta. Y debo hacerte un inciso con respecto a las instantáneas de grano inexistente: ¡pero qué poco respeto tanto magreo en los muros del Vaticano! Hombre, por Dios, eso no se hace a las puertas de Misa. Como diría Carmina Ordóñez, que en paz descanse, “son unos desahogaos’”. Y, encima, con Eva González costipada. Sí, costipada, porque esta muchacha siempre tiene la nariz como con congestión... O sea, que resumiendo, que la pareja fue pillada (ejem) no sólo rompiendo todos los preceptos religiosos referentes a la pureza de nuestros cuerpos como templos de nuestras almas si no también todos los relativos a la OMS y la propación de plagas víricas. Fuerte... Para que luego me vengan a mí y me digan que lo de la poitrine abundante y precipitada de Don Jaime Marichalar, o sea, la tetilla gorda y caida bajo un polo rosa de microfibra y elastán talla Extra Slim que esconde el Duque de Lugo, responde a un lapsus style y no a un proceso de gripal. Vamos por Dios, que estoy calva de saber que es la miss la que está propagando allende los mares estos virus con esa nariz rollo reno Rudolf y provacando estos dislates... Hablando de calvos y de Duques, cómo es de estupendo Miguel Ángel Silvestre, ex miss Alicante y nuevo Actor Studio pupil, azafrán porque el azafrán no sólo da buen color a la paella si no que también matiza el rostro, y qué pelito tan raidito y oscurecido sin multifacetas el de Pilar López de Ayala en los Fotogramas. Al menos, también es verdad, lo llevaba saneado porque lo que es Ana de Armas, no se ha cortado las puntas desde que nació. Como Andrés Saramago, el hombre, mucho Nóbel pa’rriba y mucho Nóbel pa’bajo pero, no me digas tú a mí que alguien, incluso Gael que tiene carita de ser un santo varón con esa sonrisa tan perfecta, no le podría decir que la gafa ahumada no es para la noche o que la melenita redonda a esa edad no es la más favorecedora para un señor con el cabello fosco... Pero no, el señor de las letras portuguesas va a estreno de “A ciegas” y espera que nosotras vayamos de idem a la soireé. Y una cosa es que no todo el mundo pueda ser Jon Kortajarena con ese flequillazo con el que arroparía mis noches y que en los Premios Miradas 2 constaté que ya alcanza el medio metro, y otra muy distinta es que se nos exija silencio ante una evidencia de tan cruda, tan real y casi tan evidente como que Amaral debe dejar las planchas de una vez y la henna y ponerse pómulo. Si es que, cuando me salen las verdades, soy tan constructiva...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Esperando a Godot. Perdón, a Pe.

Una fiesta sin Pe, no es una fiesta. Mira que me gustaría ser más condescendiente pero, nenas, no puedo. Soy kantiana, de cuerpo y de mente. O lo que es lo mismo: que en una mano llevo la verdad y en la otra, la Virgen del Rocío. Ésta en mi máxima actual: “después de Pe no hay nada”. Y no hay quien me apeé de burro. A veces, fíjate lo que te digo que me doy miedo cuando llego a estos axiomas. Porque, no sé si os habéis dado cuenta dado que sois profanas en esto de la filosofía y del concepto pero, os estoy esbonzando la Ley del agujero negro de Pe y me asusto porque me veo cual Stephen Hopkins, con el pelo graso. La historia es que tal que así: “Pe todo lo absorve y todo lo devora porque Pe es lo más en el universo”. Anoche, por ejemplo, no estuvo en los Fotogramas. Pero dio igual. Físicamente, no estaría pero, espiritualmente, ni el rimmel de Hugo Silva estaba más presente y eso fue presencia y persistencia. ¿Le saldrá con un simple tónico desmaquillante? Qué profundidad de ojo y de mirada... Qué buena calidad de eye liner... Me gustó porque el muchacho lucha contra la crisis con carboncillos Staedler. Y es que, pese a la Ausencia, así, con mayúsculas, no había quien no hablara de Pe. No en vano, su oscar es de todas nosotras y ella demostró con su dedidactoria que es “superbeia” por fuera, gracias a su cabello chocolate y su sombra de ojos caldero, y “superbeia” por dentro. “Bella” no, “beia” que, queda así, como con sílaba arrastrada, como dejado caer, como “beia”, para qué os voy a dar más explicaciones... Y ¿porqué no vino Pe? Porque los Fotogramas este año se han pasado los Goya, los Oscar, los Spirit, los Bafta y hasta al Centro Cultural de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes por el forro del braga tanga. Así. Y debo decir que ¡Viva la independencia! ¡Viva Jaime Rosales! Ya está bien de seguir las tendencias que marcan las Majors ¡Viva el coletero de felpa azul turquesa! Vamos que, “Camino” nunca se debió estrenar y Pe tendría spinning y no podría venir, ponerse una batita y darse un voltio por Joy. Tuvimos que aguantarnos con Ana de Armas que, la muchacha, no debe tener casa y no para ni por un centro de acogida. ¿Cuántas salidas hará la chiquilla a la semana? Y con Belén Esteban. Perdón, Rueda. Es que va tan rubia y con cada filamento, que no cabello, teñido de una gama de dorados tan dispares, que las confundo. Ella, Rueda, es guapa y delgada y lleva Carolinas Herrera como la que lleva un kleenex pero, qué pesada es... Pasé de ella, ni la esperé. ¿Pa’ qué, si siempre es igual? Además, ya tenía a Maribel Verdú, la mejor actriz según la revista, vestida en hueso y espejos por Alberta Ferretti y a Carmen Elías, de seda oliva de Cortana, quitando el hipo porque ella, ya se había quitado el suje, ambas, en mi retinta y/o subconsciente. Subconsciente al que agredo también, la verdad. ¿O es que deleitarse con el tacón cubano de Paco León no es para tener pesadillas? ¿Y el caoba de Juan Diego? ¿Y la henna de Pilar López de Ayala a juego con su Versace azabache? Lo es, claramente. Menos mal que una ya tiene el ego y el superego dominadísimos y es capaz de mantener sin pestañear la mirada con El Duque, o sea, con Miguel Ángel Silvestre, aunque él la tenga confusa. Y la piel, azafrán. Cómo será que ese color naranjoso me tiene loca y muero por comerme una paella y chuparle los dedos...

I grew up in a place called Almendra Central

Allo?! ¡¿Pe?! Oyes, ¿¡me pones con Pe?! Es Mó, hija, que con las extensiones, no se me entera. Es que le dan reverberación. Sí. Es que son de fibra ¡Pe! Cari, felicidades. Ay, qué ilusión. Cómo has estado, cómo has estado, cómo has estado. Los pelos como escarpias me los has puesto. Ojo, qué bonito lo de “I grew up in a place called Alcobendas”. Parecías talmente la Streep con aquello de “I had a farm in Africa”. Una frase para la posteridad. Por cierto, ¿qué tal Meryl? ¿Mejorcilla? Anda, hija, cómo me alegro. Es que me dijo que le había salido un herpes. Sí. Un herpes. Pues mira, que es que no te he podido llamar antes. Cibeles, que me ha tenido subyugada. Sub-yu-ga-da. De sub y de yugo. Muertita estoy. No, si ya sé. Si tú has tenido lo tuyo. Y lo de tu hermana. La Coixet, que te pisa el vestido y te deja el can-can hecho una braga. Cuidao’ un Balmain de 60 años, limpio como una patena durante 60 años, que ya es, y que, al final, venga la Coixet con sus gafas de pasta y su traje de dependienta de Zara y su zapato de punta redonda y su tacón cuadrado y se lo cargue. Ya. Ya sé que tiene mucha gracia la muchacha, pero no sé cómo tu madre no le dio una colleja con un espetec. Dearest, escúchame un poquito. Escucha. ¿¡Niña?! No hagas caso de las que te digan que tu traje era como un merengue rollo atrezzo de “La bella y la bestia”. Ni de las que te digan que te hacía doble teta y el brazo gordo. Tú, nena, te puedes poner lo que te salga del postizo color chocolate. Eres lo más. ¿Me has oido, reina? Tu hermana es otro cantar, con esa cabeza, pero tú, tú como si te operas como Madonna y, de repente, pareces la prima, la de Pinto, de Joan Collins. ¿Que la viste en la fiesta de Moët? Mira, mira, mira. No me hables de fiestas, que llevo borracha desde el viernes. Como Sue Ellen. A veces pienso que como me caiga una cerilla en el canesú, me flambeo por ósmosis. El kissing room de Grey Goose tiene la culpa. Sí. Pero, ¿cómo me lo iba a perder yo si por sus espejos pasó medio Madrid? Porque el otro medio está subido a los andamios. Gente obrera, a ver. La crisis. ¿La pasarela? Una locura. En el front row de Hanibal Laguna sólo faltaba Nana Mouskouri para que aquello no fuera el acabose. Y, por si fuera poco, vino David Delfin con su fiestorro por su éxito neoyorkino. Cómo será la cosa del high level que a Bimba se le han puesto las cejas albinas. De la impresión. No, lo de Pepón es su peso de siempre... Y, después, el calendario Larios. ¿Quién estuvo? Esther Cañadas, hippy y enajenada, Bebe que aún sigue viva y con una pinza de plástica, Jaime Cantizano de color azafrán... Cari, ¿a qué venía el tono mostaza de tus párpados? Ah, que era tu nexo con la tierra a través de los tonos terrosos, como eres divina… Pues maneja ese misticismo tonto, a ver si te va a salir un amiguita de Alcobendas como las de Ingrid Betancourt en su cautiverio que salga por ahí y diga que, pese a su carita de chupar limones, escondía tras la trenza una metralleta y varias granadas de mano. Por cierto, la bomba el desfile de Ion Fiz. Y su fiesta en el Matadero. Es que el mundo vasco está a la última. Creo que han puesto un Aquarium bonito, bonito, bonito en Sanse. El de Euskadi, no el de Los Reyes. Yo no lo he visto, como no salgo de la almendra central pero... ¿Oye? Ahora que caigo. ¿Qué coño hacía Yvonne Reyes en Los Oscar? Ah, sirviendo canapés. Me lo estaba figurando...